30 de marzo de 2013

Masa frita y jamón

jamón

Cuando era joven, más joven que ahora, mejor diré cuando era niña, mami nos hacía unos bocatas de chorizo o de jamón que sabían a gloria bendita a media mañana, y desde luego a media tarde ¡Ay! Qué tiempos aquellos…

También es cierto que aquel jamón, gallego para más señas, nada tenía que ver con un buen ibérico de bellota ¿que nos sabía a gloria? ¡Por supuesto! Sería absurdo no admitir que nada tenía que ver con el que hoy estoy disfrutando. Si el de mi infancia me sabía a gloria bendita de este debo decir ¡Bendita gloria!

jamón

Jamón, picos y algo de beber, no hace falta nada más. Yo al menos creo que así ya es perfecto, claro que a veces la imaginación juega y apetece probar algo nuevo donde tan solo unos trocitos de este rico alimento ayuden a otros a quedar de lujo.

Tan fácil como hacer unas “tortillitas” de maíz de lo más sencillo.

- Harina de maíz 100 g

- Harina de trigo 25g

- Pizca de sal

- Agua



Hice una masa con estos ingredientes y la dejé reposar un buen rato.

Después fui tomando pequeñas porciones, aplanándolas con las palmas de la mano para echarlas directamente a la sartén con aceite (suave) caliente. Bien fritas las voy dejando sobre papel de cocina y las reservo.

- Queso azul, en este caso roquefort

- Membrillo, este casero

jamón

Las cantidades equilibradas, al 50%, para que no sobresalga ninguno en especial, no deben competir con el jamón.


Mezclo y aplasto hasta hacer una pasta suave. Con dos cucharillas preparo una quenelle que voy poniendo encima de cada tortita, a su lado un trocito de jamón, unas escamas de sal sobre la crema y por último un hilillo de aceite sobre todo el conjunto, pero eso sí, un hilillo, no es una ensalada.


jamón

La fiesta se completa con unos huevos (de las gallinas de Aurora)  estrellados, que no necesitan plato.

jamón

jamón

Fácil, rico, y hay que ver lo que cunden unas lasquitas de jamón cortadas a mano de Señorío de Montanera, y esto sí es una justa publicidad a un producto extraordinario.






21 de marzo de 2013

Una visita perfecta ¡Gracias Aneto!

fachada-fabrica

Eran las 19:15 cuando llegamos al hotel Món st Benet después de disfrutar de una intensa jornada gracias a Aneto. ¿Seré capaz de contar como se portaron con nosotros? Sí, vale, éramos los ganadores del concurso pero sinceramente... no sé si encontraré palabras para agradecer tanta amabilidad, tanta generosidad y tanto buen hacer.

El día empezó en la estación de Sans, allí nos esperaban Nuria y Robert a los cuatro que veníamos desde Madrid, nosotros dos y  María y Enrique. Paulina y Olivier ya nos esperaban en Aneto.

El traslado hasta la fabrica fue de lo más entretenido, Nuria nos fue contando y explicando lo que yo sentí como "el ser" de Aneto. Era fácil ver en sus palabras cuanto disfruta con su trabajo y como siente a su empresa, y con la que esta cayendo... es francamente admirable.

Al llegar nos recibió Daniel, y escuchándole comprendí que lo de Nuria no era una casualidad, para nada, es un sentimiento generalizado, un deseo del buen hacer, de seguir con lo que ellos dicen que es su producción "natural",  y es verdad, porque  "lo natural" para hacer un buen caldo casero es exactamente eso, buenos y frescos productos que tratados con mimo y una cocción perfecta hacen caldos espléndidos. Sí, sí, lo sé, me he hecho adicta.

verduraS

Al entrar en la sala de las espectaculares ollas los seis nos quedamos "ojipláticos" al ver aquellos cestos con las carnes y las verduras que iban a formar parte de un caldo de jamón, y no solo eso, cerca, muy cerca vimos como se limpian y preparan las verduras ¡Una a una! Como en casa ¡Dios! Que espectáculo.

las ollas

Impresionan más cuando es uno mismo el que está en lo alto.

casi... como en casa


Por cierto, tuvimos la suerte de probar un "nuevo producto" que están preparando, y aunque ellos dicen que aún no está del todo conseguido, a mí tal cual me pareció perfecto.

Después de la visita por la fábrica, de asomarnos a las ollas, de ver la cadena de montaje, de disfrutar mirando embobados las máquinas inteligentes, etc. era ya la hora de comer, y comimos. Todo rico ¡Señor! Como me gustaron las mongetas con butifarras, en plural, la blanca y la negra. La blanca estaba buena pero la negra… de domingo en el cielo.

abadal


Por la tarde visita y cata en la bodega Abadal. Un paraje maravilloso, una visita espléndida, unos aromas que nos invitaron a respirar con los ojos cerrados, y que aún conservo y me emociona.

al-rico-porron



Que viaje, que compañeros de concurso tan estupendos, menuda suerte hemos tenido. La cena fue en el hotel, precioso, merece una visita. La pena… no llegar a tiempo para visitar el monasterio, aunque por otro lado es un motivo suficiente para volver.

vista-desde-la-habitacion

monasterio-de-mon


Al día siguiente, despedida y cierre, aunque no tan cierre. Nos despedimos de nuestros nuevos amigos, María y Enrique volvían a Madrid,  Paulina y Olivier regresaban a Milán y nosotros, a Barcelona. Allí terminamos el día y pasamos el siguiente, y para no alargarme demasiado tan solo diré que me sigue pareciendo una ciudad maravillosa.

ssagrada familia

mercado santa Catalina


Y como no podía ser de otra forma me vine cargada con butifarras blancas y negras que compré donde me recomendó Pulina, en la Botifarreria, junto a la Iglesia de Santa María (la catedral del mar) en el Barrio de la Ribera, otra maravilla, y como no, mongetas para acompañarlas y calçots. Sé que mi compra es poco original pero me encanta. Con estas adquisiciones y los regalos de Aneto, regresamos contentos, teníamos nuevos amigos, cosas para contar, mucho que agradecer y enormes ganas de volver.

¡Ah! Y mi aceite de empeltre ¡Por fin!

Mil gracias a todas las personas que nos acogieron en Aneto como si fuéramos uno más. 

10 de marzo de 2013

"Magdalenacake" de remolacha

cupcake de remolacha

Hoy toca dulce, y uno delicios@ ¿Por qué @? Sencillamente porque me da igual decir que es “un” cupcake o “una” magdalena. Lo único cierto es que están de vicio.


A simple vista puede parece un bizcocho red velvet, pero no, ni de lejos. Este es bastante más sencillo y...   ¿más rico? Eso ya es cuestión de gustos. 

Ingredientes

- 130gr de remolacha (triturada y escurrida)
- 150gr de frutos secos (pasas + ciruelas + dátiles)
- 200gr de azúcar (menos una cucharada)
- 100gr de mantequilla
- 4 huevos
- 150gr de harina
- pizca de sal
- 1 ½   cucharita de levadura
- 20ml de vainilla
- 50ml de leche
- licor de hierbas que cubra las frutas
- 1 cuchara de azúcar
- 200ml de nata líquida 33,5% materia grasa
- 2 cucharadas de azúcar glas
- florecillas
- bolitas verdes

los ingredientes

Pico los frutos secos que macero con licor un par de horas.

Enciendo el horno a 180º para que esté listo en el momento preciso.

Preparo la bandeja y dejo puestos los papeles para rellenar.

Mezclo la harina con la  levadura y la sal y lo tamizo.

Coloco la mantequilla, que estará a punto pomada, junto con el azúcar en el vaso batidor y… comienza la fiesta.

Añado los huevos de uno en uno y a seguir batiendo.

Ahora la vainilla y la remolacha. Sigo mezclando hasta que esté completamente incorporada.

la remolacha

Escurro los frutos secos y “los rebozo” en la harina. Los paso a un colador para quitarles  el exceso de harina y los reservo.

los frutos-secos

Harina, a la que le ha llegado su hora. Me refiero a su hora de entrar en escena: dos veces. Primero, la mitad y a batir y después, la otra mitad y más batir.

Añado la leche, que se batirá hasta que se incorpore con el resto de los ingredientes.

Por último, los frutos secos que mezclo sin batir.  

Reparto la mezcla en los moldes y al horno, que ya estará caliente. El tiempo como siempre, dependerá de cada horno, en el mío unos 25’.

en sus moldes

Mientras, preparo un almíbar con el licor donde he tenido los frutos macerando y le añado la cuchara de azúcar que separé de los 200g.

Han estado  5’ en el molde antes de pasarlos a una rejilla para que se enfríen por completo.

enfriando

Pincho con un palillo (o una brocheta) la superficie de cada uno y con un pincel voy embadurnando (sin pasarme, no tengan que pasar control de alcoholemia) cada uno de ellos con el almíbar “alcoholizado”.

La decoración sencilla, quiero que lo que verdaderamente se saboree sea la mezcla de la remolacha con los frutos.

cupcake de remolacha

Tan solo montar la nata  con 2 cucharadas de azúcar glas, cuidado no se haga mantequilla. La pongo en una manga pastelera y hago lo mejor que puedo un “churro pastelero”, una florecilla, unas bolitas verdes y listo.

Oye, ¡sorprendentes!